martes, 29 de junio de 2010

NUEVO MILAGRO

A treinta y ocho años del nacimiento de mi hija Andrea quien al nacer me inspiró esta poesía.


Junio ensayaba despedidas

Tapizaban su cielo barriletes
de inusitadas formas
y colores.

Y su suelo
la última hojarasca.

El día se mostraba
claro y frío
y en mí había tormenta
y soles tibios.

Al morir de la tarde
se perfiló la noche
de azul profundo
y brillos diamantinos.

Y mi cuenco se abrió
para tu paso.

Y eras de luz lunar
y aromabas
a lirio vespertino.

Y fue canto tu llanto
Y tu sueño tranquilo.

                 Julia Cerles