viernes, 25 de septiembre de 2009

La gota retenida






Afloró al fin desde interior abismo,
inasible, recóndito, intangible.
Brillo meridional en la pupila,
se hizo gota en el vértice del párpado.

Temblor de ala rota en un instante,
avisoró distancias desmedidas,
atesoró paisajes luminosos
y rodó hasta la boca estremecida.

Golondrina tronchada en pleno vuelo,
supo a sal en los labios ateridos
y siguió su camino hacia la tierra
en un vuelo de alondra suspendido.

El trebolar en flor le dio su abrigo
y fue beso la lágrima en las hojas
y hay soles andariegos prisioneros
de la piel diamantina de la gota.
                         Julia Cerles

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